La fe moviliza al mallorquinismo
8 mayo 2017 | Por lorenzo | Categoria: Real MallorcaMorĂa el encuentro y con Ă©l una parte de nosotros. El olor del azufre se entremezclaba con el del cuerpo en descomposiciĂłn y el llanto y el rechinar de dientes se instalaban en Son Moix. Nada habĂa a lo que aferrarse y a la nada es a lo que se enfrentaba el mallorquinismo.
Incapaz de ser justo y satisfacer los deseos de la parroquia bermellona al mismo tiempo, el dios del fĂștbol optĂł por la tangente y bendijo al Mallorca con su misericordia en el Ășltimo momento. AceptĂł de buen grado la jaculatoria pronunciada por la zurda de Culio desde la esquina; conmovido por la fe de un grandullĂłn como Ansotegi, le aupĂł sobre sus hombros en el segundo palo; clemente, ayudĂł a calzarse la bota derecha de Lago JĂșnior a los Ășltimos 12.479 fieles devotos que le quedan en la Isla y les animĂł a empujar juntos el balĂłn al fondo de las redes.
Gargantas rotas por la emociĂłn y lĂĄgrimas asomando que intentan ser disimuladas. Abrazos a hermanos, hasta entonces desconocidos, unidos por dos colores y un sentimiento comĂșn. ÂĄGloria y alabanza a Ă©l, sĂłlo a Ă©l! Al balĂłn, al gol, al fĂștbol. Arrogante y territorial, ha escogido a unos jugadores incapaces de ganar el partido que habĂa que ganar para demostrar que nada de lo que ocurre sobre el tapete es ajeno a su voluntad. ÂĄBendita la maldita temporada y el nefasto partido que nos hicieron disfrutar de manera salvaje de tan inesperado final!
Nuestro equipo, esa cruz voluntariamente escogida, que no cambiarĂamos por ninguno en este mundo. âSupongo que si un hombre tuviera que expulsar todos sus pecados, siempre se guardarĂa uno para no estar a gusto. Son las Ășltimas cosas de las que nos desprendemosâ. Desconozco de quiĂ©n es la cita. La tomĂ© hace mucho tiempo y no tuve el acierto de apuntar el nombre de su autor. Pero refleja el actual sentimiento de cualquier aficionado bermellĂłn. Porque es un sinsentido maravilloso reafirmarte en tu convicciĂłn despuĂ©s de ganar en el Ășltimo suspiro, jugando mal y, aun asĂ, seguir siendo el penĂșltimo en la clasificaciĂłn.
La fe ya ha movilizado al mallorquinismo y sumado tres puntos imposibles. Ha cumplido su parte. Es el momento de creer sin vacilaciones, pero sobre todo, es el momento de trabajar a destajo. El equipo ha comprobado que los milagros existen. Frente al Elche metiĂł el dedo en sus manos y la mano en su costado. âUna y no mĂĄsâ, recibiĂł la pertinente reprimenda. Ahora toca desprenderse de cualquier complejo inĂștil y empezar a ganar partidos por mĂ©ritos propios. AsĂ, sĂłlo asĂ, y sin garantizar el Ă©xito de la empresa, estarĂĄ un poco mĂĄs cerca la salvaciĂłn.