Sports De Ca Nostra

Imagine una competición centenaria, seguida y admirada por todo el planeta fútbol, que se juega en los terrenos de juego de dos continentes, que cada temporada disfrutan cientos de equipos y que en un futuro cercano llegará a todo aquél que se enrole junto a sus compañeros para practicar juntos el deporte que aman.

Ahora, deje de imaginar porque esa competición existe en el aquí y en el ahora recogiendo todo el prestigioso legado de una historia que arrancó a comienzos del siglo pasado, vive un esplendoroso presente y se proyecta en un porvenir cada vez más apasionante e inclusivo. Es la Copa de Su Majestad el Rey, nuestra Copa.

Porque cada vez que el balón con diseño exclusivo que la RFEF ha puesto en juego para la competición rueda a lo largo y ancho de los campos españoles, jugadores, técnicos, directivos o aficionados comparten un proyecto común del que sólo esta temporada participan cientos de equipos de hasta siete niveles de categorías.

20 conjuntos de Primera, 22 de Segunda, 29 de Primera RFEF Footters, 32 de 2ªB-Segunda RFEF, otros 32 procedentes de la fase nacional de la Copa RFEF de los que 4 -2 de 2ªB-Segunda RFEF y dos más de Tercera RFEF-  han conseguido su llave para jugar la Copa del Rey después de superar tres eliminatorias a nivel nacional y una primera fase autónomica con decenas de equipos, 10 llegados de una eliminatoria previa con conjuntos íntegramente procedentes de las categorías territoriales del fútbol español que a su vez llevan compitiendo desde el pasado ejercicio en busca de su plaza y desde este verano disputando competiciones regionales con 141 conjuntos. y con todo ello, lo mejor está por llegar.

Ya este mismo año, a las puertas del sorteo de la Primera Eliminatoria, están en marcha torneos sectoriales en lugares como la Comunidad Valenciana o Andalucía en las que cualquier equipo federado, independientemente de su categoría, puede inscribirse en el torneo para conseguir la plaza que dé derecho a disputar la Previa de la siguiente edición a nivel nacional, superarla y verse como local recibiendo a un equipo de Primera División en esta espectacular Copa del Rey.

Todas estas iniciativas sitúan al torneo copero como el más nutrido en cuanto a participación de entre los cuatro grandes campeonatos europeos, superando ampliamente al número de conjuntos intervinientes en los trofeos de Inglaterra, Alemania, Francia o Italia, cuyas competiciones cuentan además con menos eliminatorias con clubs de sus máximas categorías y ninguna de ellas, salvo el torneo inglés, disfruta como el español de un balón exclusivo y personalizado para su disputa.

Abrir de esta manera el Campeonato de España a todos y cada uno de los equipos de nuestro país supone un gigantesco ejercicio de reciprocidad que devuelve el fútbol de élite a la base de la pirámide desde donde se asienta una grandeza de admiración planetaria: los mismos idolatrados jugadores regresan así a los campos de formación desde donde comenzaron a escribir su leyenda deportiva.

Y lo hacen de manera democrática, porque el actual formato asegura la presencia de los equipos de Primera División desde la Primera Eliminatoria -algo que la decana F.A.Cup por ejemplo queda muy lejos de proporcionar- y además facilita los emparejamientos entre los clubs de inferior categoría frente a los de superior, logrando que los modestos dispongan del honor y la oportunidad de competir frente a los grandes en una memorable eliminatoria a partido único, erigida como fértil fuente de ingresos, visibilidad y reconocimiento a nivel nacional para estas entidades.

Entre otras fechas, esta misma temporada esto sucederá por ejemplo la primera semana de 2022, cuando se jueguen los 1/16 de final en el que cualquier equipo podrá estar, incluidos los cuatro que viajen luego a la Supercopa. Un genuino regalo de Reyes durante la noche del 5 de enero para una Copa del Rey que en esta presente edición se eleva incluso sobre otras como la Inglesa, cuya disputa no incluyel el periodo de tiempo durante los que se celebran las fiestas navideñas.

Toneladas de emoción en decenas y decenas de eliminatorias que nos aguardan ya como motivo de orgullo por poseer una competición tan genuina como abierta permanentemente a una mejora en la que cualquier seguidor del fútbol puede verse reflejado sobre los destellos de la corona que la culmina. Bienvenida de nuevo, Su Majestad la Copa.