Detrás de los cuatro partidos y los tres dÃas en los que se decidió el tÃtulo que estrenarÃa el palmarés del Palma Futsal por todo lo alto hubo muchas semanas de trabajo previo y multitud de horas durante la celebración de un evento que cumplió con los altos Ãndices de exigencia de la UEFA. La demora en la elección de la sede definitiva también complicó la carrera contrarreloj en la que se convirtió para el club organizar un torneo de a dimensión de la Final Four de la Champions y que los aficionados disfrutaran de la experiencia.
Pese a jugar en casa, el escenario era relativamente nuevo para el Palma Futsal, cuyo responsable de Marketing, Juan Massanet, se encargó de que el Velòdrom Illes Balears vistiera sus mejores galas. Más allá del trabajo con los patrocinadores y los compromisos publicitarios, propició el mejor envoltorio para una competición en la que MarÃa Mayans tuvo que implicarse a fondo. No en vano la coordinadora de proyectos de la Fundació Palma Futsal-Miquel Jaume ejerció de enlace entre la UEFA y todos los departamentos implicados en la organización del evento.
La Final Four se desarrolló sin incidentes bajo la experta supervisión de Toni Riera como responsable de seguridad y también presentó todas las facilidades y comodidades para los espectadores de la mano de MartÃn López, que fue el responsable de la zona fan y de la venta de entradas. De todo lo que sucedÃa tanto dentro como fuera de la pista se encargó de dar la mejor difusión posible el periodista Pedro Fullana, que siempre estuvo pendiente de las necesidades de los medios acreditados al mismo tiempo que realizaba toda la labor de promoción.
De la comodidad tanto de los jugadores y de los clubes como de los espectadores en la sede y fuera de ella se encargaron Mercè Rosselló y Mireia Caldentey, atentas a cualquier necesidad de los equipos y de los representantes institucionales durante una Final Four que también requerÃa una extensa red de voluntarios, de cuya organización se encargó Tatiana Ferrer.