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Hace unos meses, el balonmano mallorquín alcanzaba la gloria y se conseguía el ascenso a la División de Honor Plata. Tras una semana en la que la segunda categoría del balonmano nacional pulsaba el batón de pausa; lo cual ha permitido a los hombres de Nando González desconectar durante un fin de semana de la competición y volver con más ganas. Será el próximo sábado frente al Unión Financiera Base Oviedo a las 19:30h.

Para el Handbol Mallorca, será un partido muy especial, ya que vuelven al lugar donde se tocó la gloria, concretamente, en Avilés donde los mallorquines se vieron las caras con Helvetia Anaitasuna, Club Balonmano San José Obrero Lanzarote y Cafés Toscaf Avilesina.

Después de hacer una fase regular brillante, los hombres de Nando González se plantaron en con la mochila llena de ilusión y apoyados por los incondicionales aficionados. El primer rival en sucumbir ante el Handbol Mallorca fueron los locales Café Toscaf Avilesina y después al filial del Helvetia Anaitasuna. Entonces llegaba la batalla final frente CD Balonmano San José Obrero de Lanzarote para completar un pleno de triunfos y derrotar a los canarios por 26-30 con lo que se lograba consumar la mayor hazaña para un club mallorquín en el 40×20.

Precisamente, el grueso de aquella plantilla es la que conforma el conjunto actual que cuenta con nombres como el capitán Matías Cañellas, el arquero David Arnedo y otros ocho compañeros estuvieron aquel fin de semana de mayo que quedó grabado a fuego en la Historia del balonmano mallorquín con el míster Nando González y su cuerpo técnico al frente. En definitiva, una plantilla que se ha reforzado en lo esencial pero que mantiene el bloque del ascenso.

Por último, el sábado en Vallobín (Oviedo) seguramente será otra historia, otro partido y quizás otra hazaña, ya que el Handbol Mallorca tratará de lograr una victoria después de que en los últimos partidos las huestes de Nando González se hayan quedado con la miel en los labios.