El último cruce de cuartos de final de la XXXVI Copa de España tenía un trasfondo que hacía ilusionarse al Industrias Santa Coloma: ya le habían ganado un título al Barça. La Copa de Catalunya, que cayó del lado de los del barrio, les insuflaba cierta confianza, como si fuera posible repetir la gesta. Enfrente, los culés, vigente campeón, parecían no contar para nadie por llegar a la cita sin tanta brillantez como otros contendientes del Palacio de los Deportes de Murcia. Nunca es buena idea olvidarse de ellos.

La cosa entre ambos empezó con titubeos, como si el balón estuviera untado en mantequilla. Con poco más de cuatro minutos, el Barça jugó en el filo de la navaja y en una combinación de pocos toques que inició Touré la bola pasó llorando entre Dyego, Eric Martel, de nuevo el francés y, en última instancia, Sergio González para embocar el primero de la eliminatoria. Con esa manera de distribuir el juego poco más se podía añadir a los aplausos. Los del barri empezaron a ganar confianza con el paso de los minutos y a estar tan cerca del gol que sólo un detalle superlativo, como un pie de Dídac al límite, evitó el empate.

Lo único que ocurre es que los culés disponen de un hombre llamado Antonio, capaz de, cuando nadie se lo espera y con total naturalidad, sacar un disparo en cualquier lugar del campo contrario para ajusticiar. Y así hizo en el 2-0 con diez minutos por delante. Tal desventaja aminoró la moral industrial, que debió acelerar su despliegue, con la consiguiente pérdida de precisión para sus intereses. Conectó algunas buenas combinaciones hasta que una falta al borde del área permitió a Catela poner el 3-0 tras rozar en las piernas de Borja Puerta. Sólo quedaban 30 segundos que no cambiaron el marcador al descanso.

Hubo una mínima esperanza cuando Nil Closas, con medio minuto recorrido tras la reanudación, conectó un zurdazo para superar por primera vez a Dídac. Aquello dotó de motivación a los suyos durante unos minutos, unos tres, hasta que Dyego cogió la autopista hacia Borja Puerta para vencerlo una vez más con la puntera. No acabó ahí la cascada, ya que Martel se sumó a la fiesta con otro contundente chut y dejar el tanteo en 1-5. La ilusión colomense yacía hecha añicos sin que pareciera posible remienda alguna.

La solución pasaba por el juego de cinco con 12 minutos por delante, pero no fue suficiente. Sergio González aprovechó una recuperación en campo propio para definir a puerta vacía y lograr el sexto. En una acción embarullada en área barcelonesa, Erick se introdujo la pelota en propia meta cuando llevaba pocos segundos en la pista. Así las cosas, se añadió picante al asunto cuando Povill logró anotar el tercero (3-6) y disparar las posibilidades, al menos en el plano onírico. Quedaban casi cuatro minutos de tiempo reglamentario, pero Erick volvió a bajarles la persiana con el 3-7. Adolfo puso el octavo para cerrar el tanteo definitivo. El próximo rival de los de Tino Pérez en la competición será el Servigroup Peñíscola, que se deshizo del Jimbee Cartagena Costa Cálida en la tanda de penaltis.

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